Cómo trabajar con la familia del niño con TDAH.
Como primera medida debemos tener en cuenta que la familia debe saber
exactamente cómo es un niño con TDAH.
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Debe conocer bien su diagnóstico
diferencial.
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Conocer sus fortalezas y debilidades,
así como conocerlo plenamente, y estar consciente de sus logros y dificultades.
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Es fundamental que el niño
permanezca continuamente en tratamiento, con un seguimiento psicopedagógico y
neurológico así como en algunos casos puede necesitar de tratamiento
farmacológico.
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Procurar que la relación padres e
hijos sea muy positiva, estructurada que les permita evitar un ambiente tenso y
se sientan cómodos alrededor del niño.
Luego es importante que cuando el niño entre al colegio , los padres sean
muy honestos y compartan toda la información con el fin de que la escuela
también pueda organizarse y organizar un plan de acción en conjunto con los
padres y el equipo de apoyo.
Es necesario que la familia se sienta cómoda con el colegio para evitar conflictos si se realizan cambios
en sus rutinas.
Es indispensable que en casa se tracen estrategias, organizar aspectos de
la cotidianidad, para que el niño pueda organizarse con sus cosas.
Es importante que los padres sepan que las actividades como el deporte o
artísticas son una muy buena opción para que él desfogue toda esa energía que
se acumula en el cuerpo.
Anticiparse en las diferentes actividades que se van a realizar para estar
preparados y que se pueda organizar el niño sin generar ansiedad ni estrés
tanto en el niño como en la familia.
Poner reglas claras y permanentes y si hay cambios por alguna razón debe
advertírselo para que el pueda acomodarse a la situación y haga los cambios
necesarios con anticipación, tener claro que estas deben ser dadas por escrito
también de tal manera que el niño las tenga a la mano siempre en caso de que
requiera revisarlas en algún momento.
Asignar las responsabilidades a cada uno de los miembros de la familia incluyendo al niño con TDAH , haciéndolo por
escrito siempre, en la organización y tareas de la casa; fijar horarios por ejemplo
al levantarse, bañarse, a la hora de comer, evitando que mientras realice una
este pendiente de hacer otra al tiempo, obligaciones para arreglar su cuarto,
ayudar a servir la mesa , recoger sus juguetes, su ropa.
También hay que tener en cuenta las cosas que no se deben hacer como
permitir que el niño lleve juguetes ni
distractores, ni a la hora de comer al comedor , ni de hacer los deberes al lugar de trabajo.
Para realizar estas actividades debe propiciarse un ambiente tranquilo,
con todos los materiales a su disposición para que no se disperse cuando le
haga falta algo, ubicarse en el sitio necesario y en buena posición y en un
ambiente de calma que le permita concentrarse, papá o mamá siempre deben estar
presentes sin necesidad de que estén al lado todo el tiempo.
A la hora de terminar el día también deben mantenerse ciertas rutinas como
el horario, el lavarse los dientes, asearse en caso de que sea costumbre, un
horario fijo para ir a dormir y previo a
esto permitirle realizar actividades tranquilas, como leer o escuchar un
cuento.
Con respecto a la relación con sus hermanos es importante que estos estén
incluidos dentro de la dinámica con la que se va a trabajar, ellos también
deben tener claridad sobre el trastorno que presenta el niño, conocer sus
características, sus debilidades y fortalezas, estar claros con respecto a lo
que se debe hacer u lo que no se puede hacer para que colabore y se genere un
ambiente de más tranquilidad y sepan como reaccionar en caso de que se presente cualquier incidente, así como
para que aprendan a ser un poco mas comprensivos y tolerantes, deben pretender
que sean parte de la solución y no de el problema.
Cuando los padres y maestros tienen claro el panorama y se da una
organización sistemática y ordenada tanto en la escuela y el hogar, si el
tratamiento es permanente adecuado y
organizado, bajan las tensiones y la tarea diaria se vuelve mas llevadera, es
mas productiva y el niño logra tener un poco mas de seguridad y control de sí
mismo.
Por esta razón es vital que todas las instancias tengan presente que se
debe trabajar en conjunto, en armonía, con reglas claras , con pocos objetivos
a corto plazo, de tal manera que puedan ser resueltos poco a poco y no se
queden estancados, que se logre uno por uno; eso genera menos ansiedad tanto en
el niño como en los padres y educadores.
En conclusión el buen resultado del trabajo integral depende de la
organización y planificación que se de en cada una de las instancias y de que estos objetivos estén
siempre coordinados y no actúen solos por su cuenta.
Referencias Bibliográficas
Narvarte .M. (2008) Soluciones pedagógicas para el TDAH. Trastorno por
déficit de atención con o sin hiperactividad, editorial Lexus, España.